Los sueños droláticos (III)

 


Real Madrid 3 – Manchester City 1 (Copa de Europa 1/2)

Un partido de proporciones bíblicas, una explicación de por qué el equipo más grande crea una tensión de fascinación-odio que vuela la cabeza a multitudes. El Madrid quiso abandonar la senda mística por la que transitó en octavos y cuartos y jugó mejor que su rival durante 70 minutos, hasta que se adelantó el City con Bernardo Silva a los mandos. El tiro de Grealish en el 86 fue gol en un conjunto N -1 de universos, pero en el nuestro Mendy rebañó el balón y este evitó la pierna de Foden en una trayectoria que pasa desde hoy a los exámenes de admisión del MIT. Alcanzado, pues, el horizonte de sucesos, lo que ocurrió después responde al concepto marxista de la inevitabilidad histórica (aunque otros autores lo discuten, atribuyéndolo a la hechicería bereber): el pequeño Rodrygo reventó en dos minutos al equipo de Guardiola con dos goles de delantero gigante, y en medio de un éxtasis absoluto Benzema remató al rival, rendido, en la prórroga. El Real Madrid jugará, cuatro años después y por decimoséptima vez en su historia, la final de la Copa de Europa.
 
XI: Courtois; Carvajal, Militao (Vallejo, m.115), Nacho, Mendy; Casemiro (Asensio, m.75), Kroos (Rodrygo, m.68), Modric (Camavinga, m.75), Valverde; Vini Jr. (Lucas, m.115) y Benzema (Ceballos, m.104).
Goles: 0-1. m.73. Mahrez. 1-1. m.90. Rodrygo. 2-1. m.91. Rodrygo. 3-1. m.95. Benzema (p).

 

 

Retrato del artista adolescente.

 


Odegaard es media punta. Preciso y limpio en el último pase con aceptable conducción a medio tempo. El flequillo de Canales y el recuerdo de Ozil, pero sin la gracia de Dios en su cuerpo o en su mirada que el turco poseía

Odegaard no embelesa, no gana partidos. Está en la posición imposible donde todo se exige y nada se da por sabido. Demasiado difuso para la vida de piedra, ninguno de sus gestos nos enseña la eternidad. Hubiera sido infeliz y el Bernabéu es cruel con los infelices. En cada partido suyo habría un minuto de silencio donde tomaría consciencia de su diminuta humanidad.

Mejor para todos y sobre todo mejor para su salud mental (y la salud mental de los deportistas es lo más importante) que se haya ido del Madrid. Así, sin dolor. Incoloro, inodoro e insípido, como dicen que es el sexo con las europeas.

 

VINICIOUS jr.

 


Tú, negro del centro de la noche. Te resbalas con la cáscara de plátano y sudas por el dolor de tu raza.

La música del esclavo está en ti.

Y el gol es el abismo donde la escalera se da la vuelta.

No persigas tu sombra, porque tu sombra es el centro de tu noche, y tu noche será la sonrisa sin dientes del Bernabéu.

Pero corre, corre, huye tras los perros que te persiguen. Huye tras los balones sin ínfulas. Huye y salta al fondo de un escenario de cartón.

Trotarás por la playa donde naciste y perderás los dientes, y perderás los ojos, y los niños a los que dejaste huérfano saldrán en tu defensa.

Habrá un museo y estáran tus dientes y estará tu piel estirada sobre un tambor, y un revisor con la cara de un pez moribundo cobrará la entrada.

Aquí yace Vinicious. Pueden observar su sonrisa de 7 a 9, un lago de perlas y un resbalón en la playa frente al mar. Los niños y los viejos, entran gratis. Los descendientes de esclavos y las mujeres embarazadas, también.

Sean compasivos y disfruten de la leyenda.

 

I walk the line – DSRG.


I keep a close watch on this heart of mine

I keep my eyes wide open all the time
I keep the ends out for the tie that binds
Because you're mine, I walk the line


I find it very, very easy to be true
I find myself alone when each day is through
Yes, I'll admit that I'm a fool for you
Because you're mine, I walk the line


As sure as night is dark and day is light
I keep you on my mind both day and night
And happiness I've known proves that it's right
Because you're mine, I walk the line


You've got a way to keep me on your side
You give me cause for love that I can't hide
For you I know I'd even try to turn the tide
Because you're mine, I walk the line


I keep a close watch on this heart of mine
I keep my eyes wide open all the time
I keep the ends out for the tie that binds
Because you're mine, I walk the line.


Pasa la vida

 
Real Madrid 1 - Eibar 1 (Liga, 7)
En Europa, donde la luz es un artificio, la estructura ha sustituido al sentido. De ahí  la paz y de ahí la ausencia puesto que todo es un mirar por la ventana. El sentido del madrid es el del mar. Refleja el cielo pero no lo contiene y su color se vuelve más oscuro al acercarse. Impenetrable y letal, cubre 3/4 partes del mundo y dicen que de allí vino la vida, pero se alimenta de los naufragios, de los países devastados y de las basuras. Nos hemos dado cuenta que la estructura era Casemiro, que destroza las ilusiones contrarias y empuja a los pasajeros hasta ocupar correctamente el vagón. Kroos está latente, sólo eso, y la respiración es Modric, quien se vá rompiendo con gracia y con tristeza. Incluso a veces juega cuando logra escaparse del hospital infantil. Hoy estaban kovasic, con su forma terminal de entender la vida, un ahora o nunca que siempre sale fatal. Y estaba Isco, sentado sobre su burrita con pasos tan pequeños que parecía salir de misa de 12. Se dió un par de veces entre líneas, en un madrid vacío y quieto sin amago de caos siquiera, pero la jugada no surgió porque Isco ya es de quienes lo odian y él lo sabe. Tuvo un momento conmemorativo a su carrera: Cristiano dejó el único pase interior de la función y el malagueño, delante del portero, toreó pa trás hacia su defensor e hizo pasar mucha vergüenza al Bernabéu que se quedó masticando en silencio, sin querer hundir el barquito que él mismo echó a la mar. Cristiano estaba en un país lejano y conectó un par de veces con Bale. Una fue un gol de cabeza, que dilató el tiempo y fue la joya incrustada en el partido. Pero el galés estuvo inamovible en su carril, y sin la locura necesaria para desobedecer las órdenes absurdas de Z. Se intentó un tercer acto heróico por megafonía. Fue inútil. En el Bernabéu como en las misas castellanas, nadie cree en la liturgia y la vida está en la habladuría más allá del templo.  Dentro, hace frío, y el silencio nadie sabe lo que es. Quizás la indiferencia, como los amantes que ya no se reconocen. Y mientras tanto, Morata con sus 100 años de honradez a cuestas, seguía controlando un balón que se dió a la fuga y está en paradero desconocido.

XI: Keylor; Carvajal, Varane (Nacho 46), Pepe, Danilo; Kovasic, Kroos, Isco (Asensio 71); Bale, Benzemá (Morata 46), Cristiano
Goles: 0-1 (Fran Rico, 5)  1-1 (Bale, 17)

El maravilloso mundo menguante de zinedin zidane

                                      
Borussia Dortmund 2 - Real Madrid 2 (Copa de Europa, 1)
La obra del autor tuvo cuatro grandes etapas. En la primera unos alemanes enfebrecidos entran en casa, inundan los salones y se quedan a un gesto de la vendimia. Pero la casa no era tal y los salones eran el estómago lleno de arañas de un gigante. Desde la amplitud suicida del Dortmund, modric y kroos oteaban miles de goles que eran abortados por la osteoporosis de la BBC. Un Cristiano íntimo dejó a Karim ante el portero con tiempo para recitar su primera oración. Karim todavía no ha vomitado su gato y cayó en un pozo ciego sin explicación posible. Idas y vueltas sin coronación, sólo peripecia, hasta que luka dejó un pase con el exterior que fue el silencio ante el poema. Karim se rebuscó en la esquina y abrió a la luz y al área, donde ya estaba un cristiano de piedra que ejecutó ante el gol. Una segunda etapa donde los alemanes comienzan a pensar el miedo y rodean las fuentes. Enfrente, el Real, se deja hacer y muta en cortafuegos. Llega el gol alemán en una esquirla mal sujeta y, aquí, se debe una explicación al público. En este madrid conviven todos los rasgos del creador: el que gana contra la noche. El corajudo y ansias sin más plan que la conquista. El lleno de hidalgos y príncipes que atan y desatan el partido a conveniencia. El que se deja mecer por vagancia, condescendencia o por curiosear en la humillación. El dominante que se estrella. El dominado que encuentra la victoria en la magia. El ausente, el irritante, el arremangado, el castizo y el de las modas extranjerizantes. Y en el partido convivieron casi todos. Una vez consumado el empate llegó el madrid dominador. Kroos y modric desalojaron el centro del campo impúdico del borussia y el madrid convirtió en niños a los contrarios. Pero Z miró la cábala y surgió lo inexplicable. Metió a kovasic y volvió el universo del revés. El Real es un equipo inmóvil y Z -que desprecia el fútbol- quiere a alguien que corra por todos nosotros. El estrépito sonaba cada vez más alto y en un balón bobo, lubricado de los errores de siempre, un alemán puso las tablas. Fin del desconcierto pero en el fondo todo fue razonable. Muy razonable.

 XI: Keylor; Carvajal, Varane, Ramos, Danilo; Modric, Kroos, James; Bale, Benzemá, Cristiano
Goles: 1-0 Cristiano (17), 1-1 Aubameyang (43), 1-2 Varane (68), 2-2 Schurrle (87)

La conquista de la felicidad.

"Los dolores como la guerra, los conocimientos difíciles de adquirir o la muerte de un amigo  no destruyen la cualidad esencial de la vida, como hacen los que nacen del disgusto por uno mismo. Todo interés externo inspira alguna actividad que es un preventivo contra el ennui. En cambio el interés por uno mismo  no conduce a ninguna actividad de tipo progresivo. Hay varias clases de absorción en uno mismo. Tres de las más comunes son la del pecador, la del narcisista y la del megalómano. 

El pecador está absorto  en la conciencia del pecado e incurre constantemente en su propia desaprobación. Tiene una imagen de sí mismo como él cree que debería ser , que está en constante conflicto con su conocimiento de cómo es. Lo que le hace descarriarse es su devoción a un objeto inalcanzable junto con la inculcación de un código ético ridículo. Entonces sintiéndose decepcionado se arrepiente de su necedad  y empieza de nuevo. 


El narcisismo es bueno hasta cierto punto, es una cosa normal y no tiene nada de malo. Sólo en exceso se convierte en un grave mal. La vanidad, cuando sobrepasa cierto punto, mata el placer que ofrece toda actividad por sí misma y conduce inevitablemente a la indiferencia y al hastío. 


El megalómano desea ser poderoso y temido. A este tipo pertenecen muchos lunáticos  y la mayoría de los grandes hombres de la historia. El afán de poder, como la vanidad es un elemento importante de la condición humana normal; sólo se convierte en deplorable cuando es excesivo o va unido a un sentido de la realidad insuficiente. Cuando eso ocurre, el hombre se vuelve desdichado o estúpido, o ambas cosas. 


La típica persona infeliz es aquella que habiéndose visto privada de joven de alguna satisfacción normal, ha llegado a valorar este único tipo de satisfacción  más que cualquier otro, y por tanto ha encauzado su vida en una única dirección, dando excesiva importancia a los logros y ninguna a las actividades relacionadas con ellos."

Bertrand Russell - La conquista de la felicidad.

Libertad.


"Dicen los viejos que en este Club hubo una guerra 
y hay dos Españas que guardan aún, el rencor de viejas deudas. 


"Libertad, libertad sin Iker libertad
guárdate tu miedo y tu ira
porque hay libertad, sin Iker libertad
y si no la hay sin duda la habrá." 




"Libertad, libertad sin Iker libertad
guárdate tu miedo y tu ira
porque hay libertad, sin Iker libertad
y si no la hay sin duda la habrá."





Falsos mitos sobre el Real Madrid


¿Quién hará esta música sonar, 
reflejo de la vanidad, 
cuando nadie quiera oírnos más? 


***


Hay chicas enormes que al pasar 
emiten tanta soledad, 
¿quién podrá hacerlas reír? 


***


Sólo Sergio y yo conocemos tu interior, 
¿por qué estás aquí si no tienes donde ir? 
Hazte ese favor, compra esta canción, 
baila para mí, quiero recordarte así,
bailando tan feliz. 



***



 ¿Quién te recibe al regresar 
después de una gira triunfal 
con una botella de champán? 





***


JAS muy bien en televisión, 
y Cristi ha perdido el tren, 
allá vamos otra vez. 



Sólo Sergio y yo conocemos tu interior, 
¿por qué estás aquí si no tienes donde ir? 
Hazte ese favor, compra esta canción, 
baila para mí, quiero recordarte así, 
bailando tan feliz.

El retorno al hogar paterno


"El retorno al hogar paterno y al bien era siempre redentor y grandioso, y yo sentía que aquello era lo único bueno y deseable; pero la parte de la historia que se desarrollaba entre los malos y los perdidos siempre resultaba más atractiva y, si se hubiera podido decir o confesar, daba casi pena que el hijo pródigo se arrepintiese y volviera."


H. H. Demian.