De la Liga de Valdano recuerdo, sobre todo, la agresividad con que defendía el equipo al completo; la rapidez para robar el balón.
"El gol es un pase a la red". Si la frase no es retórica vacía -y, sabiendo de quién viene, parece probable-, representa una visión del fútbol en la que el gol es sólo lo que culmina una estrategia, un plan, una idea. El gol se marca desde una posición de superioridad estratégica (y también moral, pero ésa es otra historia). En el ajedrez, nadie representa esta visión mejor que Capablanca, la invencible "máquina" que ganaba como si demostrara un teorema; el adversario pintaba poco.
La metáfora de Zamorano no es incompatible con esto -¿o no hay también un tiquitaca del sexo? Por eso, yo creo que lo opuesto al "gol como pase a la red" es el fútbol táctico, de planes a muy corto plazo; el fútbol caótico e impredecible que sabe que el orden y la estrategia a largo plazo son ficciones. El fútbol inefable, cuyos goles no se pueden explicar (¡la "pegada"!); el fútbol hecho dialéctica. Es decir: Lasker (el ajedrez es, ante todo, una lucha) o Alekhine (la agresividad como método), precursor y sucesor, respectivamente, de Capablanca.
subyugar el ataque al rey al juego posicional, considerarlo una mera consecuencia del juego de posición, y no un acontecimiento en sí mismo, es algo propio de capablanca, y también de karpov. es curioso que ajedrecistas tan "conservadores" acaben coincidiendo con menotti, una curiosa paradoja. en el ángulo opuesto situaría, sin embargo, a mijail tahl, que se saltaba las abstracciones para desmontar enroques, con la misma fiereza que el amaviscozamorano.
Desde un punto de vista matemático, el pase es una derivada parcial. Sencilla, automática y alabada por los sencillos. El gol es una ecuación diferencial, una integral compleja. Potente, a menudo irresoluble.
De la Liga de Valdano recuerdo, sobre todo, la agresividad con que defendía el equipo al completo; la rapidez para robar el balón.
ResponderEliminar"El gol es un pase a la red". Si la frase no es retórica vacía -y, sabiendo de quién viene, parece probable-, representa una visión del fútbol en la que el gol es sólo lo que culmina una estrategia, un plan, una idea. El gol se marca desde una posición de superioridad estratégica (y también moral, pero ésa es otra historia). En el ajedrez, nadie representa esta visión mejor que Capablanca, la invencible "máquina" que ganaba como si demostrara un teorema; el adversario pintaba poco.
La metáfora de Zamorano no es incompatible con esto -¿o no hay también un tiquitaca del sexo? Por eso, yo creo que lo opuesto al "gol como pase a la red" es el fútbol táctico, de planes a muy corto plazo; el fútbol caótico e impredecible que sabe que el orden y la estrategia a largo plazo son ficciones. El fútbol inefable, cuyos goles no se pueden explicar (¡la "pegada"!); el fútbol hecho dialéctica. Es decir: Lasker (el ajedrez es, ante todo, una lucha) o Alekhine (la agresividad como método), precursor y sucesor, respectivamente, de Capablanca.
subyugar el ataque al rey al juego posicional, considerarlo una mera consecuencia del juego de posición, y no un acontecimiento en sí mismo, es algo propio de capablanca, y también de karpov. es curioso que ajedrecistas tan "conservadores" acaben coincidiendo con menotti, una curiosa paradoja.
ResponderEliminaren el ángulo opuesto situaría, sin embargo, a mijail tahl, que se saltaba las abstracciones para desmontar enroques, con la misma fiereza que el amaviscozamorano.
ResponderEliminarNo, el gol no es un pase a la red. El gol es lo más opuesto que pueda imaginarse -desde un punto de vista filosófico- a un pase a la red.
El gol es un pase a la red exclusivamente en los RoboGames http://www.youtube.com/watch?v=flCmVAeOcXw
Y eso no es fútbol, como resulta evidente.
Desde un punto de vista matemático, el pase es una derivada parcial. Sencilla, automática y alabada por los sencillos. El gol es una ecuación diferencial, una integral compleja. Potente, a menudo irresoluble.
ResponderEliminarben falado. la camiseta de kelme era problemática, eso sí.
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