Mourinho es definitivamente distinto: el día de su despedida el estadio se estremeció como no se recordaba, señal de que las estructuras tradicionales del club habían sido removidas, antes de volver (¡lástima!) a su sitio. Los cambios culturales conllevan fractura social si la resistencia de los viejos estamentos a ellos es alta. Último partido de Higuaín en el Madrid después de seis temporadas y media en las que destacó en los torneos nacionales, pero fracasó en Copa de Europa: ocho goles en cuarenta y ocho citas, un gol cada seis partidos, insuficiente para el delantero centro del nueve veces campeón. Por otra parte el portero del Castilla, Jesús Fernández, volvió a casa radiante después de hacer muchas paradas sabrosas.
XI: Jesús; Callejón-Albiol-Carvalho-Arbeloa; Essien-Modric; Di María-Ozil-Benzema; Higuaín.+: Nacho por Di María [45'], Omar por Ozil [80'], Llorente por Arbeloa [86']
El Madrid es tan gigantesco, que en él los cambios se producen a ritmo geológico. La saludable fractura de Mou ha sido como una falla tectónica para el club: parece que no se ha movido -eppur si Mouve!
ResponderEliminarOtra forma de verlo: el Madrid ha pasado por una revolución, y ahora empieza la Restauración, el retorno del Antiguo Régimen. Las tertulias nocturnas de la radio serán una versión grotesca de los valses del Congreso de Viena, cuando la aristocracia celebraba la vuelta (que creía definitiva) al viejo orden. Pero las que acabaron volviendo fueron las revoluciones, las "primaveras de los pueblos". El Madrid también tendrá su primavera... blanca.