Juventus 2 – Real Madrid 2 (Copa de Europa, 1)
Un país con un cielo tan alto,
que ahí cabe un trasatlántico con las luces encendidas. No hay un espejo donde
mirarse, como el mar, como en otros cielos más cercanos. Un vacío enorme, que es
de lo que están hechos los interiores, los salones de invitados y las zonas
más confusas de la imaginación. Pasean fantasmas allí, verdades inabarcables y
convicciones imposibles de explicar. Con los ojos tan abiertos del niño
desorientado, el madridista, mira y no entiende. Murmura, y espera a que aparezcan
los ángeles que desordenaron su habitación. Casillas está hecho de ese
material. Flujo infantil y un alquitrán espeso que se pega a las paredes. Le
surgen unas alas que conmueven al delantero, justo en el minuto en que se paran
los relojes; y algo más: un fuera de campo siniestro que se traga todo lo que
se oponga a su virtud. Hoy paró en el momento en que se erizaba el partido, y también
salió de puños, cegado por su propio halo. Ahí quedó, dueño de las portadas,
sin que nadie pueda medir su verdadero alcance. Anchelotti liberó en la previa
a sus tres atacantes de las tareas comunes, y hubo la famosa desconexión, que
no desorden, atados a un miedo pequeño, como estaban los jugadores madridistas
después del escándalo de Vallecas. Ramos fue lateral y había una flecha que lo
indicaba. Marcaron los italianos y el Madrid se decidió a empujar los muebles
hasta el mediocampo, ante el pavor de la Juve, cánticos de una ciudad
misteriosa que se han disuelto en la estela del futbol. Presionaron con media
sonrisa los delanteros y apareció un gol en el que Cristiano convirtió a Buffón
en un animal prehistórico. Luego vino el de Bale, con Marcelo palmeando con la
cola, de una facilidad que ha hecho levantar las orejas a media Europa. Unos
minutos destartalados, tan Reales, con la Juve engañándose con un remate de
Llorente del S. XVIII. Y el final, Modric poniendo paz en la posesión y
calmando a la grada italiana, que sólo sueña con llegar a fin de mes.
Goles: 1-0. M. 42. Vidal, de penalti. 1-1. M. 52. Cristiano. 1-2. M. 60. Bale. 2-2. M. 65. Llorente.
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