¿Por qué nos odian?




Elche 1 - Real Madrid 2  (liga, 6)

La tradicional ofrenda que el Madrid de Anchelotti hace a la provincia, suele acabar en el minuto 20 con un truco de Diego López que desatasca el mecanismo palaciego. Se hilvanó una posesión larga en la que los jugadores llegaban a su hora, pero misteriosamente se evaporó la ocasión dos pases antes del gol. Después, sobrevino la peste. En el descanso, como protesta, hubo ahorcamientos rituales en diversos puntos del estado silenciados por la prensa gubernamental. Se había colado Lautreamont en los jardines y recitó lo que para él era el fútbol Real; bello como el encuentro fortuito sobre una mesa de disección de un máquina de coser y un paraguas. Di María como embajador del caos, Benzemá vagando somnoliento y un Cristiano sin estrenar, dinamizaban la función. En el larguísimo segundo acto, los jugadores estaban espolvoreados por ahí, clavados por una estaca a su fijación original. De brazos cruzados, murmuraban el sortilegio para atraer la jugada. Nada vino. Fue el tiempo de los despachos. Tres minutos antes del final, el negro nos ejecutó y el reloj comenzó a fluir lento mientras el Madrid electrificaba el ambiente. Hubo una explosión en el área y un gran crujir de dientes. De entre el humo, salió disparado Cristiano golpeándose con saña el pecho. Felicidad en las calles y ceniza en las ondas. El equipo del pueblo volvía a ganar.

XI: Diego López; Arbeloa, Pepe, Sergio Ramos, Coentrão; Khedira, Modric (Carvajal, m. 80); Di María (Morata, m. 89), Isco (Illarramendi, m. 70), Cristiano; y Benzema

Goles: 0-1. M. 51. Cristiano Ronaldo, de falta. 1-2. M. 95. Cristiano, de penalti

1 comentario:

  1. Vers l'ennui

    Pero yo te sentía. Tú venías conmigo,
    ángel del tedio, hermano, arrojando tu sombra
    sobre las zarzamoras, tu sombra abominable.

    (Jon Juaristi)

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