Todas las riquezas del mundo



Real Madrid 7 - Sevilla 3 (Liga, 11)

Ha ido perdiendo el Madrid un vicio de pretemporada, que fue el empezar cada partido mirando al mar, de brazos cruzados, esperando a que la marea trajera los muertos a la playa. Hoy salió de caza y en cada jugada estaba la expectativa del gol. El ataque se desparramaba por el campo inaugurando pasillos interiores en zonas de extrarradio, que siempre estuvieron ahí, y ahora se abren, dicho el sortilegio justo: Benzemá, Benzemá. El que hace surgir. De punta a punta, el campo contrario lo caminan Cristiano y Bale en tres zancadas. Karim e Isco suministran ideas y mecen el vaivén, hasta que cruje la estructura del rival y estalla la pelota contra la red, los palos, o las caras pasmadas de un público que goza de la violencia. A Bale le han construido una guarida en la derecha, según se desliza hacia el córner y desde ahí vigila el campo con su cañón y su estampida. La belleza amplia y desordenada, esconde una fragilidad que todos conocen. Acampan las huestes rivales en las enormes  llanuras que se abren entre nuestros interiores y la defensa, que guarda la puerta, pegada a la pared, esperando la ejecución con órdenes contradictorias. Así se construyó un partido como el mundo, loco, loco, loco porque lo quiso el árbitro, que abrió las compuertas del absurdo. Se invocó la ley natural del descampado y corrió feliz el Madrid sin mirar atrás, con Illarra sufriente y rodeado de líneas de pase que desbarataba Diego López para montar la contra en una cinta sin fin. Persecuciones del cine mudo y Cristiano que pasaba por ahí, marcó tres goles sin agitarse demasiado. En el día que cedió las faltas, se cuadró burlón ante el jefe de la mafia, que no midió en cuestiones de puesta en escena. Ronaldo siempre gana porque tiene el gol, fin último del tinglado; y tiene su celebración, pose dramática que irradia hasta el país de los niños. El adiós lo puso una falta tirada por Ramos, que sigue en la edad del pavo y hasta que no se pare a razonar, no habrá paz en sus territorios.

XI: Diego López; Arbeloa, Varane, Ramos, Marcelo; Illarra (Xabi Alonso, m. 63), Khedira (Di María, m. 82); Bale, Isco (Modric, m. 70), Cristiano; y Benzema. 
Goles: 1-0. M. 14. Bale. 2-0. M. 27. Bale. 3-0. M. 32. Cristiano, de penalti. 3-1. M. 38. Rakitic, de penalti. 3-2. M. 40. Bacca. 4-2. M. 53. Benzema. 5-2. M. 60. Cristiano. 5-3. M. 63. Rakitic. 6-3. M. 72. Cristiano. 7-3. M. 80. Benzema.

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