Tú, negro del centro de la noche. Te resbalas con la cáscara de plátano y sudas por el dolor de tu raza.
La música del esclavo está en ti.
Y el gol es el abismo donde la escalera se da la vuelta.
No persigas tu sombra, porque tu sombra es el centro de tu noche, y tu noche será la sonrisa sin dientes del Bernabéu.
Pero corre, corre, huye tras los perros que te persiguen. Huye tras los balones sin ínfulas. Huye y salta al fondo de un escenario de cartón.
Trotarás por la playa donde naciste y perderás los dientes, y perderás los ojos, y los niños a los que dejaste huérfano saldrán en tu defensa.
Habrá un museo y estáran tus dientes y estará tu piel estirada sobre un tambor, y un revisor con la cara de un pez moribundo cobrará la entrada.
Aquí yace Vinicious. Pueden observar su sonrisa de 7 a 9, un lago de perlas y un resbalón en la playa frente al mar. Los niños y los viejos, entran gratis. Los descendientes de esclavos y las mujeres embarazadas, también.
Sean compasivos y disfruten de la leyenda.
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