El maravilloso mundo menguante de zinedin zidane

                                      
Borussia Dortmund 2 - Real Madrid 2 (Copa de Europa, 1)
La obra del autor tuvo cuatro grandes etapas. En la primera unos alemanes enfebrecidos entran en casa, inundan los salones y se quedan a un gesto de la vendimia. Pero la casa no era tal y los salones eran el estómago lleno de arañas de un gigante. Desde la amplitud suicida del Dortmund, modric y kroos oteaban miles de goles que eran abortados por la osteoporosis de la BBC. Un Cristiano íntimo dejó a Karim ante el portero con tiempo para recitar su primera oración. Karim todavía no ha vomitado su gato y cayó en un pozo ciego sin explicación posible. Idas y vueltas sin coronación, sólo peripecia, hasta que luka dejó un pase con el exterior que fue el silencio ante el poema. Karim se rebuscó en la esquina y abrió a la luz y al área, donde ya estaba un cristiano de piedra que ejecutó ante el gol. Una segunda etapa donde los alemanes comienzan a pensar el miedo y rodean las fuentes. Enfrente, el Real, se deja hacer y muta en cortafuegos. Llega el gol alemán en una esquirla mal sujeta y, aquí, se debe una explicación al público. En este madrid conviven todos los rasgos del creador: el que gana contra la noche. El corajudo y ansias sin más plan que la conquista. El lleno de hidalgos y príncipes que atan y desatan el partido a conveniencia. El que se deja mecer por vagancia, condescendencia o por curiosear en la humillación. El dominante que se estrella. El dominado que encuentra la victoria en la magia. El ausente, el irritante, el arremangado, el castizo y el de las modas extranjerizantes. Y en el partido convivieron casi todos. Una vez consumado el empate llegó el madrid dominador. Kroos y modric desalojaron el centro del campo impúdico del borussia y el madrid convirtió en niños a los contrarios. Pero Z miró la cábala y surgió lo inexplicable. Metió a kovasic y volvió el universo del revés. El Real es un equipo inmóvil y Z -que desprecia el fútbol- quiere a alguien que corra por todos nosotros. El estrépito sonaba cada vez más alto y en un balón bobo, lubricado de los errores de siempre, un alemán puso las tablas. Fin del desconcierto pero en el fondo todo fue razonable. Muy razonable.

 XI: Keylor; Carvajal, Varane, Ramos, Danilo; Modric, Kroos, James; Bale, Benzemá, Cristiano
Goles: 1-0 Cristiano (17), 1-1 Aubameyang (43), 1-2 Varane (68), 2-2 Schurrle (87)

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