Granada 0 - Real Madrid 1 (Liga, 2)
Isco y Modric en la media fue la
noticia del día en el Real Madrid. Por una vez, ganó el amor. Si el portero
hubiera sido el deseado, se hubieran cantado las bienaventuranzas al hombre que
nos trajo de vuelta el fútbol del rincón de las tinieblas. No fue así: Diego
saltó al césped y demostró ser un tipo inmune a los adjetivos y al canto
general antimadridista. (iiiker, iiiiker es la mutación contemporánea). En la
primera parte, vimos los restos de lo que se avecina y nos emocionó en
pretemporada. Combinaciones inverosímiles por la izquierda –con un magnífico
benzemá destejiendo el vestido del contrario-, y una cañada real en la
derecha por la que campeonó Di maría, que volvió a ser el jugador que
imaginamos. Llegó el gol, se intentó varias veces más con los desajustes
propios de la edad, y el Madrid cayó en una somnolencia activa. Los jugadores
deambulaban por el ataque matando el tiempo y dejando algún detalle, que –con
lo que cobran (exclamó el paisano), ya podrán-. Sólo Cristiano quedó en pie en
el desierto final y hubo un frío real más allá de los gritos histéricos del
público. Ozil, con el rímel corrido, abandonó el campo en un larguísimo
travelling que lo desnudó hasta los huesos. Y no nos gustó lo que vimos.
XI: Diego López; Arbeloa, Pepe, Sergio Ramos, Marcelo (Nacho, m. 61); Modric, Isco; Di María (Carvajal, m. 88), Özil (Casemiro, m. 64), Cristiano; y Benzema. No utilizados: Casillas; Kaká, Jesé y Morata.
Goles: 0-1. M. 10. Benzema
Con movilidad, precisión, paciencia, tiempo y trabajo, llegaremos al fin al tiquitaca. Si es que es allí adonde queremos llegar.
ResponderEliminarA veces pienso que Di María, Khedira y Coentrão, herencias del racionalismo mourinhista, son lo que nos protege de los sueños neo-galácticos de Pérez.
Casillas bien podría salir y hacer un poco de capitán. Decir algo como "Basta de cuestionar a nuestro entrenador. Basta de faltar al respeto a mi compañero Diego López. Voy a entrenarme más duro que nunca para intentar volver a la titularidad. Que los madridistas cierren filas con el equipo". Pero no lo hace.
José Sámano, en El País: "Si el Madrid no cerró antes el duelo fue por falta de pegada, lo que ha sido una de sus señas de identidad". Creo que la frase no dice lo que Sámano cree que la frase dice. Así que estoy de acuerdo: la falta de pegada ha sido una de las señas de identidad del Madrid, desde hace años.